En realidad, los mayores riesgos de utilizar los llamados «perfumes de imitación», están más relacionados con posibles efectos no deseados sobre la salud, que con otro tipo de riesgos menores, aunque igualmente importantes. Además, hay una estrecha relación entre la producción industrial de los perfumes originales y su impacto ambiental, que no se debe pasar por alto.
Química en los perfumes
En el «Estudio Teórico del Perfume», un documento anónimo cuya información es bastante amplia y detallada, se menciona que:
Aparte de tener una identidad bien definida, un perfume debe cumplir una serie de requisitos técnicos. Debe ser suficientemente intenso, debe ser difusito que no es lo mismo que intenso, debe ser persistente y debe retener su carácter esencial durante todo el periodo de evaporación. Un aroma sutil y bien construido puede ser percibido y reconocido muchas horas después de haber sido aplicado sobre la piel. Los perfumes diseñados para ser utilizados en productos funcionales deben tener un grado de persistencia ajustado al uso que se les vaya a dar. También deben ser químicamente estables en el producto final.
La técnica utilizada para lograr esto forma parte esencial del arte de la perfumería, y alcanzar el nivel de experiencia necesario para formular perfumes que no sólo sean originales sino que también estén bien construidos, requiere muchos años de dedicación.
Como se puede ver, desarrollar un perfume no es cosa de sólo mezclar y mezclar hasta lograr algo que huela delicioso. Esto alude, en primer lugar, al verdadero control que pueda haber detrás de la producción de una fragancia de imitación, ya que en estos casos, es difícil saber si quien produce la imitación, realmente conoce y controla los químicos que está empleando.
En buena teoría, los perfumes originales que están respaldados por una imagen conocida, ya sea una empresa o una personalidad muy influyente del arte o la moda, son producidos, enfrascados y embalados por fábricas especialistas en el tema, que para funcionar deben cumplir con toda una estandarización definida por la industria misma y por las uniones de países donde se encuentran.
Esto garantiza que, por una parte, el perfume sea mayormente inocuo (sin efecto alguno) y también que el impacto ambiental de su producción sea mínimo. Estas garantías no necesariamente se cumplen en el caso de las productoras de aromas de imitación.
Otra cuestión muy importante es el origen de los ingredientes que se utilizan para elaborar los perfumes originales, que son principalmente provenientes de la naturaleza. Las 200 esencias naturales que suelen constituir la materia prima aromática de los perfumistas, son extractos de flores, rutas, semillas y otros elementos naturales.
Esto no significa que los perfumes originales están libres de compuestos químicos sintéticos, ya que sí los contienen, pero en un rango bien controlado y depurado que garantiza su inocuidad. Este aspecto, sin embargo, no puede garantizarse ni estandarizarse en los cosméticos de imitación, y es justo aquí que surgen para muchas personas, los efectos «no deseados» de estas imitaciones. Entre ellos podemos citar los siguientes:
Efectos no deseados de usar perfumes
Dermatitis: esta es la dolencia más común, que consiste en una irritación de la piel provocada por el contacto con un perfume o cosmético en particular, y puede causar hinchazón, enrojecimiento y picor. Su aparición es instantánea o en muy poco tiempo tras el contacto inicial. En el caso de las alergias a las fragancias, las reacciones aparecen uno o 2 días después del contacto, a veces en unas horas.
Asma y rinitis: estas dolencias también pueden surgir tras la exposición a ciertas fragancias y suelen estar muy relacionadas con los ingredientes que se usan como disolventes de éstas. Además, este tipo de dolencias respiratorias son las más comunes que se reportan tras utilizar «perfumes de imitación», ya que a menudo estas réplicas surgen de mezclar una esencia propia del «perfume original» con algún disolvente clásico como el agua destilada o aceites neutros, y es justo en esta mezcla que se liberan rastros químicos que provocan la «sensibilidad nasal».
Migraña: esta dolencia afecta especialmente a las personas que manifiestan este padecimiento con frecuencia. Pueden haber componentes químicos habituales en los perfumes que despierten la sensación de migraña o cualquiera de sus síntomas asociados, como las náuseas, la sensibilidad a la luz o el mareo. Nuevamente, cabe resaltar que en las «fragancias de imitación», normalmente no se controla el uso de los componentes, ya que a menudo el objetivo principal es reducir el precio del producto final. No es de extrañar entonces que una imitación produzca migraña a alguien, mientras que el aroma original no.
Estos son los efectos más comunes, aunque pueden haber otros menos generalizados y, sin embargo, el estudio de los efectos de las fragancias sobre la salud en general, todavía hoy en día son escasos.
De todas maneras, es más sencillo para un especialista en medicina, ayudar a determinar una alergia o reacción secundaria, si estudia un «perfume original» en particular, que si estudia una réplica o imitación; por lo tanto, incluso desde una perspectiva de diagnóstico médico, los perfumes originales son una alternativa más fiable que sus réplicas, donde a menudo los químicos empleados para su fabricación no son revelados, ni estandarizados, ni mucho menos etiquetados en el embalaje final.
Impacto ambiental de la perfumería
En el proceso habitual de la producción de los cosméticos, entre los cuales se encuentran los perfumes, surgen como desechos una serie de aguas residuales cuya carga química es elevada y tóxica en general. Normalmente, las plantas especializadas en el tratamiento de las aguas residuales, saben cómo tratar este tipo de residuos químicos en particular, por lo que las fábricas de cosméticos debidamente reguladas, deben contar con un tratamiento de sus residuos adecuado y amigable con el medio ambiente.
En el caso de que este estricto control de residuos no sucediera, las grandes marcas de perfumería y sus responsables, estarían expuestos a fuertes demandas legales que no les gustaría enfrentar.
No obstante, ¿qué sabemos de las productoras de «perfumes de imitación»? En realidad muy poco, posiblemente nada, ya que a menudo quienes fabrican estas réplicas, lo hacen de forma artesanal y doméstica, de manera que esta pregunta permanece sin responder.
Bibliografía recomendada:
- Suleng, Kristin. (24 SEPT 2018). ¿Son tóxicos los perfumes? Desmontando el movimiento ‘antifragancias’ ElPaís.com
- Cubí, Pablo. (20 de abril 2021). Los perfumes y fragancias que provocan más reacciones alérgicas
- Condorchem Envitech. «s.f.). TRATAMIENTO DE EFLUENTES DE LA INDUSTRIA DE PERFUMES Y ESENCIAS